Como novela se lee bien, la ambientación en la Francia "libre" de 1940 está bien lograda y el libro resulta creíble, algo muy de agradecer en estos tiempos donde triunfan las novelas seudohistóricas, que al terminar de leerlas no puedes sino preguntarte ¿bueno, y qué? ¿para contar esto hacían falta 600 páginas? (Cuando no más).
Y no cuento más, no lo vaya a reventar.
