Un año más a la Garris. Pasan los años, y ya van unas cuantas, desde la primera que ya apareció por este blog. Quizás ya no tengo tanta energía como entonces para contar las cosas estupendas que hago, quizás ya no tengo tanto tiempo, pero sigo adelante, porque el tiempo da valor a lo que uno vive. Y una de esas cosas valiosas es la Copa Garris, sin duda, un lujo, una de esas cosas que la vida te regala. Compartir unos días al año con gente estupenda, no parar de reír en cuatro días, viajar, comer, beber alguna cerveza que otra, y entre una cosa y otra, jugar al golf en lugares espectaculares.
Aunque este año he jugado bastante, no tuve mi día, o mis días, pero da igual, no gané, otro año será, la cosa está al caer, creo que en diez o veinte años como mucho me hago con ella. Entre tanto, a disfrutar de este evento.
Este año estuvimos en Italia, en el lago de Garda, cerca de Milán, de los Alpes... Un sitio fantástico al que habrá que volver con más tiempo.
Por cierto, con unos caracoles enormes.
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