Termino el capítulo del viaje a Portugal, con un popurrí de fotos varias. Arriba el Pedibus, o sea, creo que indica donde se recoge a los niños para llevarlos andando al colegio, no el Touareg como hacemos en Ciudad Real. Estas cosas solo pasan en países atrasados como Portugal.
Visitamos un curioso e interesante cementerio en Lisboa. Entre otras curiosidades, los ataudes se dejan vistos dentro de los panteones... alguno se movía y todo!!!.
Estuvimos en el Pabellón chino, o algo así sitio curiosísimo que merece la pena verse, un café lleno de todo tipo de colecciones y miniaturas.
Bajando del castillo, nos encontramos una exposición de fotos en la calle, que retrataba a los vecinos de dicha calle. Cultura a pié de la misma, interesante...
Algún edificio abandonado y sus puertas, sirven de marco para el arte de la calle. Un vicio para fotografiar.
Acabamos el viaje parando a la vuelta en Évora, famosa por los restos de un templo romano.
Aunque las llaves del agua también tienen su puntito.
O las decadentes casas malvas, o mejor dicho, moradas, que malva es un término o femenino, o de artista ;-)
Esta calle de Évora liquida las fotos de un buen viaje, que habrá que repetir.
1 comentario:
Mal-va, término también muy aplicado a la política y la economía...
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