Semana Santa sin viajes, un acierto, porque el tiempo no acompañó nada, nada. Solo una breve escapada a Santa Quiteria, pueblo de colonización cerca de Cabañeros. Arrocito, buena compañía, y paseo por los campos de regadío, dándole trabajo a la Cannon. Arriba, el depósito de agua de Santa Quiteria.
Abajo, uno de los caminos, y los cultivos de cereales empujando con fuerza arrastrados por las lluvias y las ráfagas de sol.
Por los caminos, un ciclista aventurero, pero un poco Muñón.
Unas florecillas, o algo parecido.
Las nubes a veces dejaban ver el cielo, las nubes, se rearmaban para la guerra, para otra ofenisva tormenta.
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