Un libro más, un poco raro. Al principio no me enganchó. No sé, los libros en primera persona dan un poco la sensación de decir: tío, pa' qué me cuentas tu vida, si me importa un carajo, y más cuando el presunto autor se permite licencias como dirigirse al lector. Entre que arranca para un sitio, sigue para otro, luego se para, rebobina y me seguía tuteando, estuve a punto de mandarle "a la mierda!!!" De hecho estuvo en la nevera unos cuantos días hasta que lo retomé estas vacaciones.
Al final retomas la aventurilla del personaje, y éste te empieza a enviar mensajes del qué bello es vivir, de lo importantes que son algunas personas, de que hay que saber querer y dejarse querer, de que todos podemos crecer pese a nuestras limitaciones, etc... todo alrededor de una enrevesado cuento lleno de casualidades y personajes singulares que van apareciendo en la vida del protagonista.... ¡Cómo me gustan los libros de Kundera en los que no pasa nada!
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