Segunda ruta que exploramos desde la casa rural “La Encebra”. Salimos por el camino de la Encebra precisamente hasta que, llegado a un punto, giramos a la izquierda para a los 100 metros aprox. girar a al derecha y continuar la subida, esta vez por la cañada Real Galiana.
La cañada es una vía hecha por el paso de ganado a lo largo de los siglos, y por tanto, no está diseñada para vehículos de ruedas. Por eso, en algunos tramos hay bastante piedra que hace que la conducción, sin ser difícil, si que necesite de atención para elegir la traza más adecuada que minimice nuestro esfuerzo. Llegando a la parte alta, el suelo cambia, y las piedras cuarcíticas dejan paso a las arcillas marrón oscuro que delatan su origen volcánico. Y es que estamos en una zona que hace no mucho todavía tenía volcanes activos y a nada que nos fijemos, podremos ver todavía los volcanes.
Una vez coronado el primer puertecillo, para entrar en la Umbría de la vereda hay que pasar una de las muchas puertas de las fincas. Estas puertas tenemos que dejarlas como las encontramos o, en caso de duda, cerradas, porque estas fincas tienen ganado suelto y no es conveniente que se escape. Bajamos, con algún tramo pedregoso, y volvemos a subir a otro puertecillo y llegamos a otra puertecilla. Desde arriba vemos la confluencia de las carreteras CM-403 y CM-412, que coincide con el paso de la cañada.
Tras atravesar un llano sembrado de cereal, subimos por un cortafuego a la carretera. Para no bajar por un terraplén, hacemos unos pocos metros en paralelo hasta que se puede cruzar la carretera, y de nuevo vamos en paralelo buscando la cañada, ya al otro lado. Bajamos un poco, y enseguida tomamos el camino de los barranquillos que sube por una zona de explotación maderera. La subida es dura, pero el camino está bien de firme, lo que facilita las cosas. Arriba otra puerta y nos lanzamos por una divertida y rápida bajada hacia las Peralosas, pequeña aldea agrícola, pasando de la sierra a los olivos, y finalmente, al regadío.
En las Peralosas dejamos los caminos para seguir carreteras, pero no hay que preocuparse mucho porque se trata de carreteras con escasísimo tráfico. Llegamos al Sotillo, aún más pequeño que las Peralosas, y poco más adelante, sale a la derecha la CR-P-7111 que nos va a llevar de vuelta a Picón.
En los primeros kilómetros, la carretera atraviesa una finca de reses bravas, con lo que nos podemos entretener viendo a los toros. Poco más adelante, a nuestra derecha se presenta majestuosa la casa de la finca de Pinos Altos.
Seguimos subiendo, y nos adentramos en un monte repoblado de pinos que se están talando poco a poco para dejar que las encinas recuperen su territorio. En este monte se pueden hacer rutas preciosas, ya volveremos otro día, hoy, seguimos por la carretera, que tiene un bonito descenso.
Antes de llegar a la carretera, CM-413, giramos a la izquierda por un bonito camino que nos va a llevar todo recto a Picón, no sin antes cruzar con cuidado la carretera.
Una cervecita en la plaza del pueblo, y a la piscina a darse un bañito y recuperarse de la ruta que han sido 42 km muy bonitos.
El track está en wikiloc:
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