Otro libro, otra historia. Una historia de un tal Cormac McCarthy, que resulta que escribió No es país para viejos, que como no he visto ni leído, pues no sé nada. Dos personajes en un mundo sin vida, buscando una esperanza donde no hay más que destrucción. Una lucha por seguir, igual sin sentido, obstinada, como casi todo lo que hacemos. Un padre cuidadoso, un hijo madurando por segundos. En el fondo late el miedo a la destrucción de la sociedad. Cuando no hay sociedad, no hay nada. En eso, me ha recordado a una de mis historia favoritas, el Señor de las Moscas. La eterna pregunta ¿el hombre es un lobo para el hombre? ¿La sociedad es lo que nos une, o es el miedo a nosotros mismos... ?
Interesante lectura, quizás el final triste feliz sea lo menos bueno, pero no es fácil acabar una historia así cuando no has explicado como empieza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario