Nos fuimos a ver la última de Almodovar, pese a haber leído que la crítica no la había recibido bien. Y encontramos una película extraña, porque es la típica película de Almodóvar en muchos aspectos y en otros, no tiene nada que ver. No es una comedia, de hecho solo tiene un gag, el cameo del hermano, pero tampoco es una de terror, no sé si un thriller. La primera hora de la película se hace cansina, porque a base de flashbacks y de personajes inconexos (las conexiones se van desarrollando hacia el final, algunas lógicas, otras pilladas por los pelos), caminas un tanto perdido entre un Banderas que no se sabe de qué va, y una Elena Anaya que tampoco, aunque compensa su belleza (en este sentido, una sustancial mejora respecto a Pe).
Al final todo se arregla, la peli se coloca y todo cobra sentido, pero para entonces quizás sea demasiado tarde, por eso, aunque la peli está bien, no está tan bien como uno esperaría. Eso si, la ambientación, el cigarral toledano, el arte (cuadros y esculturas) y como siempre la música ayudan mucho, todo eso unido a las tablas de director, que otra cosa no tendrá, pero a estas alturas su dominio del lenguaje visual es indudable.
Aunque mejorable, creo que es interesante, y pese a lo acrobático de la historia, merece la pena verse. Sobre todo para poder opinar, y también porque la alternativa era ver Aliens vs. Cowboys u algo así.
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