Divertida película franco-belga que cuenta la historia de dos tímidos destinados a encontrarse a pesar de su timidez porque los dos se dedican al chocolate, esa droga legal tan mortífera, sobre todo para las siluetas. Una película agradable, que te deja con buena sensación, con un mensaje positivo.
La película en realidad va sobre el miedo, el miedo a los demás, que es si no la timidez. Un miedo que paraliza, que impide a las personas dar todo lo que llevan dentro. Muchos de los "raros" que tenemos alrededor no son otra cosa, sólo tímidos. Por eso a veces conoces a gente que no parece interesante y sin embargo, al cabo de un tiempo, cuando cogen confianza, descubres que lo son. Lo malo es que la mayoría de ellos permanecen autoexcluidos por su timidez. Mala suerte.
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