Salida del grupo de Madrid en el vuelo de LAN Chile (la opción Iberia, mejor evitarla, porque existe una cierta predisposición a las huelgas). En el aeropuerto de Frankfurt, alquilamos un C-max e incorporamos al Presi que llegaba de Dublín. Autopista a Darmstad, habitaciones para todos, y rápidamente al bar de la plaza, buenas cervezas alemanas (de trigo), y unas bratwurst (o como se escriba). Una buena propina al camarero portugués y ciclista para más inri, nos sirvió para éste nos tratara a cuerpo de rey el resto de días, y nos recomendara lugares de copeo.
Primer campo, Baden algo, muy chulo, familiar, buen ambiente, aprovecho para el ritual de comprar una bola en un campo de cada edición. El campo, atravesado por una preciosa vía verde, poblada de ciclistas, peatones y jinetes. Uno de los viejos puentes del ferrocarril quedó preservado, para dejar testigo de lo que por allí pasó.
El primer día jugamos por parejas, una modalidad nueva para mí, muy divertida e interesante, y útil para aprender de los que son mejores que uno (algo fácil de encontrar).
El segundo día nos fuimos a otro bonito campo familiar, que nada más llegar nos recibió como héroes, cerrando el campo para nosotros. Está claro que la Garris empieza a ser un acontecimiento sideral.
El segundo día se me dio bastante bien, gracias a los sabios consejos de mi "caddy". Desde el campo, hermosas vistas de los pueblos de la zona.
El tercer día, cerrábamos edición en un campo chupiguay, muy pijo, pero hay que reconocer que espectacular, en Sant Wendel, un poco lejos, pero el viaje mereció la pena.
La casa club, los chalets, todo muy chulo. Pese a una buena salida, se me fue atascando el campo, una pena, porque el sitio era espectacular.
Algunos hoyos tenían unos desniveles espectaculares, como se puede ver en la foto de arriba. No quedé primero, más bien lo contrario, pero como dijo una persona sabia, en la Garris ganamos todos. Eso si, me he propuesto entrenar un poco, a ver si me traigo la copa a la Mancha, que ya le va tocando.
2 comentarios:
Pero qué bien os lo montáis, golfeando por la austera Merkeland.
A ver si la próxima vez te traes la Copa a Cospedalcontry.
Un abrazo, amigo.
Austera no sé, pero sí barata. Está claro que aquí alguién nos la calzó pero bien aprovechando el Euro. El año que viene es mía, me he propuesto un extremo plan de entrenamiento, lo malo es mi inutilidad inata. El tiempo dirá.
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