Visita a Alcázar por motivos de trabajo, cargados con la cámara, pues esto es lo que salió. Arriba la soledad de un espacio de trabajo.
Nuevas arquitecturas repetitivas, aburridas, interesantes en conjunto, pobres en lo individual. Menudo popurri de contadores.
Y un curioso graffitti, pintado y repintado. Esto es lo que hay.
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