martes, marzo 13, 2012

Intocable


Otra película francesa, precedida esta vez de buenas críticas y de un gran éxito de taquilla en Francia. La historia de una relación imposible entre dos personajes completamente opuestos en todos los sentidos que se unen en la necesidad de darle sentido a sus vidas y de reconciliarse con su existencia. Y ambos, apoyados el uno en el otro, van descubriendo sensaciones, vivencias o músicas, que completan sus mundos y les conducen hacia un optimista final (algo que se agradece).

Divertida, inteligente y huyendo de posibles sensiblerías, la película está perfectamente interpretada por François Cluzet (al que vimos hace poco en otra peli interesante, pequeñas mentiras sin importancia o les petits mouchoirs) y un divertido y expresivo Omar Sy, arropados ambos por un excelente grupo de secundarios, con sus pequeñas historias paralelas entremezcladas con la aventura de los dos protagonistas.

La película está muy bien rodada, con ritmo, con una música muy buena, y en una cierta línea a lo Sam Mendes que tanto aportó por la estética del cine actual a partir de la imprescindible American Beauty.


Igual que en les petits mouchoirs, el cartel español es más explícito con el contenido de la película que el original, le resta importancia a los actores, que para el público español son unos completos desconocidos, para darsela a la historia. Otra más que si puedes, no deberías perderte. Es curioso como el cine francés no para de avanzar, como ha logrado superar sus vicios, y alcanza últimamente un nivel espectacular. Une fois plus.

jueves, marzo 08, 2012

Espartaneando alrededor de las Tablas de Daimiel


El domingo pasado nos apuntamos con la gente del 7º y sus predadores a la tercera ruta espartana (esto tiene una historia muy larga para este blog), con el objetivo de ir a dar la vuelta a las tablas de Daimiel saliendo desde Ciudad Real, y la sana la intención de llegar a los míticos 100 km.

Salimos en buena compañía hacia puente navarro ayudados por un creciente viento a favor, lo que presagiaba una vuelta complicada. Llegamos a las Tablas, vimos el centro de interpretación, saludamos a los patos, nos subimos a una torre, y circunvalamos el parque. A las puertas de Villarrubia de los Ojos comprobamos que el viento nos iba a pasar factura a la vuelta.

Vuelta tranquila hasta una finca abandonada (da igual el nombre), por la que ya pasamos con ocasión de otra ruta hace tiempo, pero esta vez visitamos más despacio, aprovechando para comer y hacer fotos en plan "territorios abandonados". Os dejo con algunas de ellas, para haceros una idea de lo interesante del sitio.

Una vieja cinta para subir grano o lo que fuera al granero, semiderruido.

Cerchas de mala calidad, entramos sin quitarnos el casco, algunas grietas anunciaban que al edificio no le queda mucho tiempo.

El suelo estaba plagado de palomina, aunque en ese momento ni rastro de las palomas.

En frente hay una vieja bodega, que conserva las prensas, tolvas, sinfines, etc... todo oxidado, todo abandonado, esperando la muerte definitiva.

Viejas poleas que ya no volverán a girar...

Y decenas de tinajas de hormigón que no volverán a contener el preciado fruto de la uva, hicks!!

Eso sí, había donde sentarse, aunque en una posición un tanto forzada.

Y un viejo arado mostraba todavía orgullosa su marca, un triginer, fabricación nacional.

Y así acaban las fotos de este impresionante lugar abandonado, testigo de otro tiempo, de otra forma de explotar el campo manchego. La ruta continuó contra el viento, que nos machacó 50 km más, para al final casi, casi llegar a los 100. Pero eso es otra historia.

sábado, marzo 03, 2012

La invención de Hugo

Ayer nos fuimos a ver esta película de Scorsese. Mi primera película en 3D (y la última, espero), la invención de Hugo. Una película de contrastes porque tiene una historia interesante, los actores son muy buenos, los efectos especiales también, y sin embargo, no termina de funcionar.

Ambientada en, yo diría, la estación de Lyon, un niño huérfano (un poco increíble) se obstina en arreglar un autómata que dibuja mensajes ocultos y que le acaba llevando (tras un buen rato de película) a uno de los pioneros del cine mudo, ese cine de antes de que el cine se instalara definitivamente en Hollywood. Un homenaje a este cine tan apasionante, curiosamente coincidiendo con el éxito de “the artist”.

Quizás el 3D obliga a excesivos planos innecesarios, quizás la persecución del policía de la estación (un sorprendente Sacha Baron Cohen) resulte cansina, quizás la ambientación tan "de cuento" acabe haciendo la película un poco increíble de más, el caso es que la peli es lentorra y, a veces, hasta aburridota. Si a eso le sumas la falta de contraste resultante de la polarización de las gafas del 3D, pues un pena. Esta claro que el cine no necesita los 3D; quizás no necesita ni el color, ni el audio como hace poco nos demostraron.

Y es una pena, porque es una peli de esas que tendrías que salir maravillado, y sales con un cierto sabor de "sí pero no". Quizás el problema es que es una peli para niños y no lo parece, o nosotros ya no lo somos. Habrá que preguntar a algún crío a ver que le parece.

Un curioso fallo, una peli que se ambienta en la posguerra de la primera guerra mundial, aparece un cine como “cine mudo”, en un tiempo en el que todo el cine era mudo.

Una curiosidad, la peli reproduce, con calzador eso sí, y cambiando de estación, el famoso accidente de la Gare de l’ouest, que algunos conocimos gracias al heavy metal. ¡Qué gran fuente de conocimiento, a lo tonto a lo tonto!

Por cierto, peazo disco de los Mr. Big, pero eso es otra historia.