domingo, enero 29, 2012

Faemino y Cansado

Hacía mucho tiempo que quería ver a Faemino y Cansado en directo. Desde que empezaran haciendo el ganso en la tele, en Cajón desastre, cuando eran un soplo de viento fresco en un tiempo en que había muchas menos televisiones, pero muchas más cosas interesantes que ver. Es curioso, pero el sketch de los legionarios no se me olvidará jamás.



Hoy actuaban en el Quijano, y afortunadamente hemos conseguido entradas. Yo me he reído bastante, aunque los años pasan para todos. Me ha gustado encontrar a mi generación completa en el teatro, solo faltaban dos o tres.

Una cosilla menos que me va a quedar pendiente en la vida... lo de ver a los Beatles lo doy ya por imposible.

P.D. Le robo la foto a un amigo artista que espero que no se enfade.

martes, enero 10, 2012

Si tú me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven

Un libro más, un poco raro. Al principio no me enganchó. No sé, los libros en primera persona dan un poco la sensación de decir: tío, pa' qué me cuentas tu vida, si me importa un carajo, y más cuando el presunto autor se permite licencias como dirigirse al lector. Entre que arranca para un sitio, sigue para otro, luego se para, rebobina y me seguía tuteando, estuve a punto de mandarle "a la mierda!!!" De hecho estuvo en la nevera unos cuantos días hasta que lo retomé estas vacaciones.

Al final retomas la aventurilla del personaje, y éste te empieza a enviar mensajes del qué bello es vivir, de lo importantes que son algunas personas, de que hay que saber querer y dejarse querer, de que todos podemos crecer pese a nuestras limitaciones, etc... todo alrededor de una enrevesado cuento lleno de casualidades y personajes singulares que van apareciendo en la vida del protagonista.... ¡Cómo me gustan los libros de Kundera en los que no pasa nada!

domingo, enero 08, 2012

Drive

Había oído buenas críticas y una trama un tanto chorra: un conductor de escenas de coches en películas se dedica a conducir en atracos a bancos. Pero bueno, de vez en cuando, no pasa nada por ver que hacen los americanos. Uno se esperaría una de tiros, de coches, de acción... y drive no es exactamente eso.

Rodada con parsimonia, hace casi poéticas las escenas de acción, y eso que la violencia gratuita, o sádica, o quizás realista es un tanto fuerte. Los protagonistas no famosos ayudan a que la peli parezca más creíble. Él es un tipo extraño, retraído, tímido quizás. Ella, la chica buena que estaba en el lugar inadecuado en el momento inoportuno, o mejor dicho, con el acompañante inoportuno.
Ninguno de los dos es muy hablador, y eso, desde la butaca, se agradece.

Me gustó, en el estilo de Crush o Traffic. Curiosamente, estas pelis americanas que van un poco más allá, no les traducen los títulos...

Destacable la BSO, con temas machacones a base de sintetizadores, algo que parece demodé en el siglo XXI, y sin embargo, encaja perfectamente en la película, aunque no sea el tipo de música que uno escuche habitualmente, como esta cosita de College (con Electric Youth):

Sierra del Reventón y la Cañada Real Soriana

Este año los Reyes Magos nos trajeron, a cinco afortunados, un precioso día para hacer un peazo rutón por la Sierra de Villarrubia. Iniciamos nuestro camino en la N-401 en el restaurante el toro o algo parecido, al norte de Fuente el Fresno, y enseguida nos adentramos por una camino público pasando por una ganadería de reses bravas que nos miraban desafiantes.

Poco más adelante observamos una afloramiento de cuarcitas (diría yo, sin saber mucha geología) que el topográfico se llama "El colmillo del diablo".

Seguimos nuestro camino por un valle entre las dos sierras remontando el arroyo de los Picones, para llegar a la carretera que va Villarrubia a Urda. Por la carretera, hicimos un corto tramo, suficiente para cruzar el límite de provincia, marcado por un curioso hito (alguien debería dedicarse a estudiar estas viejas carreteras con sus viejas señales).

Tras un par de kilómetros por el asfalto, dejamos la carretera para remontar en paralelo a la Sierra Luenga. El valle del arroyo ha sido aprovechado para la repoblación de conejos, construyéndoles madrigueras. Estas repoblaciones de conejos están enmarcadas en las medidas destinadas a la reintroducción del lince en los Montes de Toledo (el mismo lince que fastidia para hacer autopistas a la capital Castellanomanchega). Subida lenta pero segura que nos llevó hasta un collado situado a 999 m. Por allí un ciclista solitario casi nos confunde, pero sin más, nos lanzamos por una bonita bajada (siempre, tras la subida, la recompensa de la bajada), pasando por una fuente pública para avituallar agua. Por aquella zona poco poblada, quedan restos de construcciones asociadas a una ganadería en recesión.



Más adelante, en un lugar llamado Cinco Casas giramos dirección norte, no sin antes observar una curiosa casilla de forestales. Pasamos junto a un aula de interpretación de la naturaleza con un vallado poco apropiado (otro efecto colateral del Plan E), y por una pista asfaltada nos dirigimos al norte, hasta encontrar el antiguo camino de Consuegra a Puerto Lápice, que nos lleva enseguida hasta la Cañada Real Soriana Oriental.

La cañada, como después veríamos desde la Sierra, es como una cicatriz abierta en los olivares de la zona.

Otro curiosidad, en mitad del campo, aparatos de gimnasia que demuestran que en este país se ha gastado dinero público con muy poca cabeza. Enseguida llegamos a una área recreativa en la que se ha construido recientemente una ermita dedicada a San Cristóbal por la gente de Consuegra.

Siguiendo por la cañada nos volvimos a adentrar en la Sierra y en lo alto del puerto del Herradero (893 m) momento bocata en un pradillo, junto a unas campestres cacas de vaca. Por entonces hacía un solecito la mar de agradable, lo que hizo que la comida se prolongara un buen ratillo.

Bajada a un valle muy bonito, el valle de la Galana, para a continuación afrontar el REVENTÓN, topónimo habitual en el mundo cañariego que se refiere, como no, a que toca subir una sierra por el camino más corto. Con todo metido, pin pan, pin pan, llegamos a la cubre para disfrutar de unas vistas alucinantes del valle de Urda.

En ese punto la ruta abandonaba la Cañada para dar un rodeo. Aunque estuvimos tentados de evitarlo y seguir por el camino recto, pensamos que si estaba en la ruta, por algo sería, y efectivamente, pudimos disfrutar de un tramo precioso, con unas vistas sobre Consuegra y la Mancha Toledana de impresión. Por allí tocamos techo, cerca de los 1100 m.

La bajada también era para disfrutar, y tras un cierto rompepiernas, llegamos de nuevo a la Cañada Real Soriana, que ya no abandonaríamos hasta llegar a los coches, no sin antes pasar por más zonas ganaderas. El ultimo tramo siempre picando para abajo, ya dentro de la Ruta del Quijote, muy bonito, casi en paralelo a la N-401. En el bar, una cocacola doble para recuperar el azúcar, y la hidratación. Al final, un IBP de 78 tras unos 70 kilómetros, peazo regalo de reyes.

P.D. Si te interesa el track, lo tienes aquí. Merece la pena.