miércoles, noviembre 29, 2006

CRACKER EN DIRECTO. Viaje a Zaragoza (II)



Por una casualidad del destino el pasado sábado 25 de noviembre acabé en Zaragoza con un buen amigo para disfrutar de un increíble concierto. El cartel, nada más y nada menos que Cracker, a los que acompañaban como teloneros los valencianos, Euro Trash Girl (título de un tema de Cracker, todo sea dicho de paso).

Desde el verano de 1996 tengo la costumbre de marcar todos mis discos con la fecha y lugar de compra. Por eso puedo confirmar que mi primer albúm de Cracker lo compré en Madrid, hace ocho años, el 20 de octubre de 1998. Casualidad o no, aquel fue mi último día de trabajo en mi antigua empresa, en Madrid, y supongo que me iría al Fnac a hacer terapia mental comprando discos. Recuerdo perfectamente que el disco Gentleman’s Blues estaba a la escucha en los auriculares en la zona dedicada a la música alternativa. Cracker me sonaba lejanamente del año que viví en Estados Unidos. Los 30 primeros segundos de The good life me hicieron plantearme: ¡esto suena bien!. Seven Days me flipa desde ese momento, y tras oír los primeros compasases de Star decidí colgar los cascos y pillarme el disco.

Aquel día gané una nueva vida y encontré a los Cracker. Visto con la perspectiva el tiempo, un día memorable.

Kerosene Hat cayó en Madrid, el 12 de diciembre de 2000 (de ese día no tengo más recuerdos). El 18 de enero de 2001 compré en Dublín el primer disco, titulado Cracker. Esoty casi seguro que fui a una reunión de un proyecto europeo y, evidentemente, la obligada visita al compañero Garris. Countrysides y Forever llegaron juntos en Málaga, durante las vacaciones del 2004. En un momento duro, la música al rescate como ha sido siempre (y sigue siendo) desde que tenía 13 años y me desgañitaba gritando corre, corre, corre que te van a echar el guante.



Volvamos al concierto. Nos acercamos a LA CASA DEL LOCO, pequeña sala donde era el evento a las 21:00h. Como todavía no estaba abierto nos fuimos al bar de al lado a tomar unas cañas. Al salir, en la mesa de entrada, los Craker estaban cenando como si tal cosa. Es lo bueno que tiene España para los grupos buenos, que como no les conce ni Dios, se pueden pasear a su bola por la calle.

Los Euro Trash Girl ya llevaban un rato tocando cuando entramos. Desconocidos para mí, y pese al horrible sonido que sufrieron, sonaban bastante bien, con canciones sencillas, cortas y directas. Técnicamente bien (sin alardes), debo confesar que lo que más me llamó la atención fue la mirada de la cantante (que le voy a hacer). Mientras escribo esto estoy escuchando los demos de su web, http://www.eurotrashgirl.net/, y algunos temas me suenan del concierto. Con mejor sonido en la grabación que en la Casa del loco, se aprecia que hay calidad. Banda a seguir.

De los Cracker poco que decir. No soy imparcial. Creo que dado lo pequeño del sitio (estaríamos unos 300 afortunados como mucho) es un lujo ver a un grupo así en España por 10 € de entrada anticipada (claro que en Madrid eran 18 €, es lo bueno de capital, que te cobran más por lo mismo pero con más gente: ¡que poco echo de menos Madrid!). Desde el centro y unos 10 metros del escenario disfruté de un buen puñado de canciones. Salvo error u omisión.

1.- One fine day.- Forever (2002)
2.- I see the light.- Cracker (1992)
3.- Where Have Those Days Gone.- Greenland (2006)
4.- Teen Angst (What the world needs now!) .- Cracker (1992)
5.- Gimme One More Chance.- Greenland (2006)
6.- Sweet Magdalena of My Misfortune.- Forever (2002)
7.- Euro Trash Girl.- Kerosene Hat (1993)
8.- It Ain't Gonna Suck Itself.- Countrysides (2003)
9.- Something You Ain't Got.- Greenland (2006)
10.- Mr. Wrong.- Cracker (1992)
11.- Lonesome Johnny Blues.- Kerosene Hat (1993)
12.- The World is Mine.- Gentleman's Blues (1998)
13.- Been Around the World.- Gentleman's Blues (1998)
14.- Big Dipper.- The Golden Age (1996)
15.- Maggie.- Greenland (2006)
16.- Low.- Kerosene Hat (1993)
17.-Movie Star.- Kerosene Hat (1993)
18.- ???

Aunque la sonoridad de la sala dejaba mucho que desear, dieron un alucinante repaso por un repertorio alucinante. Cracker son un grupo formado alrededor de su cantante, guitarra rítmica y compositor David Lowery. Su personal voz hace que la música de Cracker sea característica, inconfundible. El otro miembro que está en el grupo desde el principio es el guitarrista Jhonny Hickman que hace fácil lo difícil. La base rítmica, Sal Saima (bajo) y Franck Funaro (batería) estuvieron discretamente perfectos, lo que se esperaba de ellos. Y el teclista y acordeonista Kenny Margionlis aportando sonidos increíbles, con preciosos solos alternados con Hickman.

Las canciones de Craker son complejas, a veces sin estribillos claros, con varios solos y cambios de ritmo, pero siempre desde una sencilla mezcla de rock y blues, con un inconfundible toque country como era de esperar de un grupo Tejano. Si no los conoces, pruébalos, no te defraudarán.



Para mojar la noche, que mejor que una Ambar. ¡Viva Zaragoza!

martes, noviembre 28, 2006

El Toro de la Muela. Viaje a Zaragoza (I)

Viaje de descubrimientos a Zaragoza y al Jalón (que es un río y no tiene nada que ver con la topografía). Viaje para ver a familia, para trabajar (lo reconozco mi trabajo es un chollo sobre todo si no te gusta/necesitas conducir BMW's), para ver a los Cracker en directo (prometo crónica más despacio) y para descubrir la antigua N-II (prometo otra crónica).

De momento un apertivo. Molinos de viento, de hoy, y el toro, de ayer. En la Muela.



Atención. Esta foto ha sido realizada desde un coche en marcha por especialistas en carretera abierta mientras conducían y eran adelantados por la guardia civil de tráfico. No intentes hacer lo mismo, puede resultar peligroso.

domingo, noviembre 19, 2006

Residencia el Doncel



El otro día pasé frente a la residencia universitaria El Doncel de Ciudad Real, un interesante ejemplo de arquitectura reciente (junto con algo del campus y alguna cosilla suelta, de lo poco que merece la pena). Ubicado en el extremo opuesto de la ciudad respecto al campus universitario es también ejemplo de la (inexistente)lógica de gestión del suelo de la ciudad. Su ubicación se debe a que se construyó en la parcela del antiguo colegio menor El Doncel.

Pasar por allí me trajo a la memoria el antiguo edificio. No era nada del otro mundo, pero recuerdo la pena que sentí cuando un día pasando por allí me lo encuentro en pleno proceso de demolición. Para los que allí pasamos nuestra infancia, el Doncel era un enorme saco de recuerdos, desde detalles sin importancia a experiencias que le marcan a uno.

Recuerdo las baldosas cuadradas de la entrada principal, dónde formé con mis compañeros de primer curso mientras se izaban las banderas de España y de la OJE al ritmo del himno nacional español. Eran otros tiempos que en aquellos años llegaban a su fin, aunque nosotros no nos dábamos cuenta de ello.

Recuerdo el comedor, y una mujer por nosotros llamada la señorita Rotelmayer (o como se escriba el nombre de la dura institutriz de Heidi) que no nos dejaba salir a jugar hasta que habíamos acabado toda la comida.

Recuerdo una tarde por el año 77 que nos juntaron a todos para ver el partido que a la postre nos clasificaría para el mundial del 78, y cómo entre gritos asistimos a la agresión a Pirri y el botellazo a Juanito.

Recuerdo como los días de lluvia disfrutábamos como locos jugando al escondite o al rescate en el interior del edifico porque no nos dejaban salir.

Recuerdo ver al menos una vez al año cuando no más, la película de Orson Wells Campanas a medianoche (Falstaff) o el Baile de los vampiros de Polansky, las dos únicas películas del centro, y que lógicamente acabamos por sabernos de memoria. Cuando ahora veo esas películas, solo veo un salón de actos con sillas de escay y críos trasteando.

Recuerdo jugar a todo en el patio, desde a darnos con el cinturón según cayera una caja de cerillas, a construir canales y presas en el desagüe del campo de fútbol.

Recuerdo jugar al peloteo, y recuerdo cuando helaba y nos dedicábamos a patinar en el hielo. Y cuando nos dio por jugar al béisbol conaquel estupendo bate, la pata de una mesa, que alguien un día trajo.

Recuerdo el campo de fútbol de hierba, esa joya intocable que apenas pudimos pisar una o dos veces en todos aquellos años.

Recuerdo la procesionaria que infectó los pinos. Recuerdo los patos y gansos (¿o eran cisnes? del estanque y recuerdo tener que cederle el sitio a algún mayor abusón en la fila para beber agua del grifo de la manguera. Recuerdo las canastas de baloncesto y las gradas donde jugábamos a la zorra.

Recuerdo muchas cosas, pero me acabo de dar cuenta que cada día menos. Hoy me he puesto en plan abuelo cebolleta. Perdonen las molestias.


Pongo la foto original por si alguien veía la primera un poco rara. Cosas del Photoshop.

Edición de la entrada en enero de 2012. Dado que esto se ha convertido en una especie de foro de antiguos alumnos, subo una fotillo que apareció en internet para recordar viejos tiempos...


domingo, noviembre 12, 2006

La bici es un juguete no un modo de transporte. Viaje a Logroño (III)



Andurreando por La Guardia en la Rioja Alavesa encontré esta señal que impide circular en bici a los adultos. Las bicis para los niños sería el corolario. A ver si enter todos conseguimos desterrar esta imagen de nuestras ciudades y le hacemos un hueco a la bici, modo de transporte ecológico, saludable y silencioso. Todos saldríamos ganado, sobre todo los que van en coche.

sábado, noviembre 11, 2006

Las bodegas del Marqués de Riscal y L M Q L P. Viaje a Logroño (II)



El final del post anterior anunciaba este capítulo. ¿Qué es LMQLP? Efectivamente, La Madre Que lo Parió. Nos acercamos a Elciego a ver el último grito del Enoturismo, el resort (mola el palabro anglicista) turístico festivo (palabro españolizante para compensar) que el Frank Gery (honorable abuelete) ha hecho para los herederos del Marqués de Riscal, que digo yo, si aquí no pasamos por una revolución a la francesa... ¿serán también marqueses?

Bueno, el caso es que allí nos plantamos a ver este Guggenheim del vino pensando incluso en comer allí (pa’chulos nosotros, que pasa). El edificio de Gery está bien, creo, porque no lo puede ver de cerca. ¿Por qué os preguntareis? Pues porque al llegar nos encontramos con una puerta cerrada y una nota en un folio pegado con celo: mucho diseño y pijerío, pero somos españoles aunque seamos vascos y de la rioja alavesa y a la vez europeos e innovadores y... ¿por dónde iba? ¡Ah!, la nota:






Pues lo que veis, que para todas las combinaciones tomadas de dos en dos, o de una en una, para ver la bodega, el Spa (antes decíamos balneario, pero claro no te gastas un pastón en diseño de arquitecto de moda para poner un balneario, así que Spa sin Francorchamps, ¡vive la Belgique!), el hotel, el restaurante, la chorra del recepcionista (supongo que también se podrá ver), la sala de congresos, las habitaciones, los baños, el almacén, la sala de calderas, la cabina del piloto o el bote con pis de Gery que se guardará como reliquia, es necesaria y obligatoria la reserva específica y ordenada, porque si reservas para ver el pis de Gery no puedes ver el Spa (¡que está en Bélgica jilipollas!), y si reservas para comer lo tienes que hacer con el recepcionista que se la saca y te corta el apetito y aún así no puedes ver la bodega, pero si reservas para el hotel te dan una copa de pis pero solo te la puedes beber tras un hora buscando el Spa que sigue en Bélgica. Total que en este país de nuevos ricos hemos pasado del turismo de sol y playa al Esnobturismo que consiste en poner una tele LCD en la habitación del hotel ¡peazo lujo!, los grifos de diseño más caros y complicados del mundo (Grohe? Grajo?) que consiguen que los clientes del hotel huelan a choto porque no se pueden duchar al no ser capaces de abrirlos y no atreverse a reconocerlo (¡cualquiera se atreve!), camas eléctricas (las sillas eléctricas las dejamos para la versión que están preparando en California los herederos del Marqués de Flacon Crest) y todo tipo de chuminadas de diseño (ver la güeb del sitio en el vínculo del título).

Para colmo van a poner un helipuerto de uso público (claro, ¿quién no tiene helicóptero hoy en día?) para que los clientes del Resort puedan acceder cómodamente, ¡toma esnobturismo!

¿La buena noticia? Que en el control de acceso no me pareció ver aparato de rayos X con lo que se pueden colar botellas de gaseosa para echarle al vino (aunque igual tienen perros adiestrados en localizarla, que de esos no vi, pero igual es porque estaban comiendo en el restaurante si habían reservado visita a la chorra del recepcionista).

Conclusión, que si eres un esnob (o te gustaría serlo o parecerlo o fardar con los compañeros del trabajo) no te puedes perder un fin de semana de eno-esnobturismo en Elciego (pueblo muy bonito por cierto), en el resort de los herederos belgas del Marqués de Riscal, que te sacarán hasta los higadillos, pero de eso hay gente que también farda. Y si eres un tío con pelas de verdad, déjate de jilipolleces y vete a Marbella tú que puedes, o dar una vuelta en yate con unas chatis por Benidorm ;). Y si de verdad estás forrado forrado (de Bill Gates parriba, plis), vente a Ciudad Real a nuestra versión local del esnobturismo (versión cutre de lux), El Pago del Vicario: aquí te pegarán un palo igual de gordo, no podrás disfrutar del Spa porque se lo dejaron en Bélgica y la comida sucks pero, a cambio, no hay que reservar (no va ni Dios) y el vino te deja la lengua negra lo que mola un güevo para ir a las fiestas de Halloween (lástima que acaben de pasar, pero ya sabes pal año que viene, al Pago, a pagar tú, que ellos no).

Después de leer esto puedes pensar que nos jodió mucho no ver el edificio de Gery y que este texto no es más que fruto del resentimiento, y que si en vez de estar cerrado nos hubieran invitado a comer con un buen vino Gran Reserva y a una sesión de enoterapia con unas gachíses como las del rico del yate de Benidorm no estaríamos criticando (que es muy fácil) sino halagando las espléndidas instalaciones de los herederos belgas del Marqués de Riscal. Pues estás en lo cierto, pero eso no pasó. Prueba tú, a ver si tienes más suerte.

lunes, noviembre 06, 2006

Viaje a Logroño (I)

Una oportuna llamada de mi gran compañero de batallas, conocido por ahí como l’esprit de l’escalier, y creador de la copa Garris hizo que el pasado fin de semana (algo más que eso) nos escapásemos a Logroño, tierra de vinos, a hincharnos de cerveza irlandesa (paradojas de la globalización, que se estará de acuerdo o no, pero como dijo uno al ser descubierto por su mujer del brazo de su amante, esto es lo que hay).

Viaje interesante, con grandes aventuras y descubrimientos que iré desglosando poco a poco. Para empezar, y puesto que es tarde y no tengo muchas energías (consecuencia de la resaca, muy probablemente), me centro en el descubrimiento más importante del viaje:

LA BOUTIQUE DEL LUBRICANTE

Aunque el nombre suena a centro de comercialización de sustancias adyuvantes de las relaciones sexuales, se trataba, nada más y nada menos que de eso, de una tienda donde encontrar todo tipo de lubricantes (tamaños, marcas y colores).



¡Lástima que estuviera cerrado y no pudiera hacerme con una lata de Repsol sintético 50/40W, con la ilusión que me hace. Otra vez será!.

Si vas a Logroño, olvídate del vino (que seguro que es bueno, que no se enfade nadie), y busca La boutique del Lubricante. Surrealista. Y no olvides lubricar tu vida, hay que estar preparado para todo.

Próxima entrega: las Bodegas del Marqués de Riscal y L M Q L P.