sábado, septiembre 29, 2012

Tarragona


Este verano nos acercamos un día a Tarragona, ciudad patrimonio de la Humanidad, capital de la hispania romana, y siempre un agradable paseo. El casco histórico merece la pena y se nota que han utilizado el arte para camuflar las medianeras y otros problemas de este tipo de entornos urbanos.

Una vieja casa quemada convertida en lienzo para un artista...


O una vieja trasera al descubierto convertida en un mágico barco. Vimos todos los monumentos, pero nos llamó la antención una maqueta de la Tarraco romana con un divertido vigilante con el que nos echamos unas risas.

Por úlitmo, nos despedimos de la ciudad visitando el acueducto romano que, sin llegar a la monumentalidad del segoviano, hay que reconocer que merece la pena. Esta claro, los ingenieros romanos es lo que tenemos ;-P

domingo, septiembre 16, 2012

Headhunters

Si una película noruega llega a los cines de las Vías de Ciudad Real debe ser porque es buena. Esa reflexión nos lanzó a ver esta película de la que no sabíamos casi nada, solo que tenía buneas críticas. La historia empieza en blanco y negro, con un decálogo del buen ladrón de obras de arte y, a partir de ahí, se va complicando en un apasionante thriller (de esos que no te dejan respirar ni un segundo), con algunas escenas espeluznantes, con situaciones increíbles y alguna que otra licencia, pero que se perdonan a favor del rompecabezas que la trama va armando, para terminar en un solución impactante... debería ser más claro, pero entonces, te reviento la película. Si puedes, vete a verla.

lunes, septiembre 10, 2012

El Ian San Po

Hay un barrio en Ciudad Real que llaman el Ian San Po. Parece que en Alcalá de Henares también. Es un barrio que descubrí con unos 14 años, cuando con la bici (una BH plegable roja) me dediqué a explorar rincones de la ciudad que no sabía que existían.

El Ian San Po está por el Perchel, no sé si es exactamente el Perchel, o solo algunas casas o bloques concretos. Pero parece que sus habitantes están orgullosos de su denominación, e incluso pintan las paredes con su nombre, con mensajes tan interesantes como eso de "nuestro odio es nuestro orgullo". Lo que no sé es si sabrán de donde les viene el nombre.

El Liang Shan Po era un lugar donde se refugiaban unos guerreros chinos (tipo Ninja) proscritos que luchaban contra los malos en una serie de televisión de los ochenta que se llamó "La Frontera Azul", y de la que solo recuerdo que estaban todo el rato peleando y que corrían, daban un salto frene a la cámara, y gracias a un espectacular efecto especial, caían a varios centenares de metros. La serie no era nada del otro mundo, pero es curioso como fue capaz de crear un topónimo con capacidad de pervivir en los barrios marginales españoles. Cuestión cultural, supongo.