jueves, marzo 31, 2011

De cicloturista por Corral

Este fin de semana hemos hecho la cicloturista de la asociación Caminar en Corral. Trazado exigente, por el entorno del Jabalón, continuo sube y baja, con el campo precioso, todo verde.

En las zonas donde afloran los suelos volcánicos, en primavera, aparecen unas hermosas flores malva (no sé que queda peor, poner malva o lila, quizás tendría que haber puesto moradas ;-)

Desde uno de los márgenes del Jabalón se puede observar lo poco natural de su cauce, que más que un río, parece una autopista, aunque este año, se ha salido bastante del trazado.

Al final de la ruta, subimos la cerro del tesoro, sobre la laguna de Caracuel, que como se puede ver, está llena a más no poder... impresionante. La ruta mereció la pena.

lunes, marzo 14, 2011

Recuerdos de Lieja

En el otro post puse algunas fotos de Lieja. Vamos ahora al capítulo de los flashbacks, aunque la primera idea que me llevé es que tampoco conocí tanto Lieja pese a pasar un año allí, en realidad no salimos mucho de la residencia, la uni, y el Carré (barrio de bares que sigue en el mismo sitio, pero con la mayor parte de los bares cambiados de nombre). Solo quedaban el Cour St. Jean, la Gimbarde, y la Acquarelle (pongo esto, por su el cachondo del google hace llegar a este post a alguno de los Erasmus del curso 1991 – 1992).

Ese edificio lleno de ventanas cuadradas se llama el Home Rhul, y era un colegio mayor decadente, sucio y viejo, pero con un ambiente increíble, fiestas, tertulias… Un lugar donde era difícil estudiar, pero era fácil encontrar a alguien para ir al carré a tomar una cerveza (una Jupiler, bien sûr).

Nosotros, afortunados, vivimos en el anexe, un edifico interior que nos permitía compartir una ducha (con micro fauna incluida) para cada dos, y una cutre cocina que también ha sido renovada. La tercera ventana, era mi habitación.

Ni que decir tiene que el edificio ha sido remodelado, y ya no tiene nada que ver con el original (afortunadamente para los residentes, desgraciadamente para los cazadores de flashbacks). Ya no hay porteros, y ahora está copado por estudiantes Erasmus (nosotros, siendo muchos no éramos mayoría). Ya no hay fiestas, ya no hay novatadas, y es gestionado por una empresa privada que ha llenado el edificio de webcam para controlar al personal… Los tiempos cambian, y está claro que no siempre para mejor.

Lo que eran habitaciones han sido convertidas en cocinas, mejorando la dotación de estas del edificio. La ventana de la izquierda era la de la habitación de ella (y hasta aquí puedo leer). Eso sí, aunque más nuevas, las cocinas siguen estando bastante guarras, aunque en mi opinión el tenerte que hacer la comida es uno de los grandes experiencias de ese año, y el rato alrededor de la cocina y comida, un fantástico momento de convivencia (aunque luego hubiera que fregar los platos).

La 113 sigue siendo la 113. La puerta, evidentemente no, y juraría que el residente actual no tiene un jamón colgado en la habitación. ¡Qué recuerdos!

El capítulo flash back continúa con la vista al campus de ingeniería de Val-Benoit. Desgraciadamente abandonado hace unos años, ahora los edificios se caen decrépitos, una pena. Todo un flash back pasar por la plaza del General Leman, donde nos dejaba el autobús.

Otro potente flashback, la subida de las escaleras, ya puse una foto, pongo ahora otra más artística, con parejita incluida, que también forma parte de los flashbacks, que le vamos a hacer.

Todo, y nada, sigue igual. La ciudad sigue adelante, llena de vagabundos, borrachos, mierdas de perro, coches a toda velocidad, autobuses todavía más rápidos, estudiantes borrachos… así es Lieja, una de las ciudades más fascinantes de Europa, y en la que dejé un trocito de mí mismo durante un año que, si no fue el mejor de mi vida, cerca le anduvo.

Maastricht: como España, más o menos

Tercera vista a esta fascinante ciudad holandesa de interior. Según te acercas en tren, por cierto, como se ve en la foto de abajo, de última tecnología, se perciben enseguida las diferencias con Bélgica nada más cruzar la frontera.

Del desorden, del caos de casitas e industrias allí y acá, se pasa a un territorio ordenado, con pueblos compactos, campos pulcros, bosques…, todo cosido por carriles bici poblados de señoras mayores pedaleando.

El tren llega a la estación y lo primero que llama la atención son los impresionantes aparcamientos cubiertos y vigilados de bicicletas, explotados por una empresa, que dispone de una tienda y taller en la misma estación… vamos como en España (no nos queda nada).

Sales de la estación, y otro enorme aparcamiento, esta vez no vigilado, lleno de bicis, alguna que otra abandonada. Piensas en coger una cualquiera para hacer turismo, pero la prudencia te dice, mejor andando.

A los pocos metros de la estación, en un bonito bulevar, encuentras un mercadillo de antigüedades y otros trastos, donde ¡oh, país avanzado! me compro uno de los 10 o 12 2cv que tenía un puesto, vamos como en España (regla número no sé cual, solo se compra uno, aunque haya más).

Sigues caminando entre multitud de peatones y ciclistas y, tras cruzar un puente peatonal, llegas al casco histórico, todo peatonal (como en España), y petado de tiendas de todo tipo, muchas franquicias, incluido Zara claro (como en España).

Una inmensa plaza sirve de mercado y punto de reunión de todo tipo de personajes, con un intenso tráfico de ciclistas mezclados en armonía con los peatones (como en España).

Sigues caminando y encuentras una iglesia, pero, al contrario de en España, está llena de gente. Resulta que la han convertido en lugar de cultura, en librería. El sitio, alucinante, pero no compras ningún libro, porque el holandés lo lees con dificultad.

Paseas entre rubias de 1.85 (como en España), y entras en una tienda de discos, y los Marillion tienen un apartado propio (son muy populares en Holanda, como en España).

Continuando el paseo encuentras una tienda de ropa para jóvenes con DJ que más parece una discoteca que una tienda. Como no soportas el volumen ni la música, sales despavorido, pero antes haces una foto a la decoración, porque esto si lo cuentas la gente no se lo cree.

Llegas a la plaza de la catedral, y la quieres visitar, pero la iglesia te cobra 4 € (menos que en España, pero como en España), pero decides que la próxima vez será, que lo importante de las ciudades está en la calle, y esto, de momento, es gratis, aquí y en España.

Continúas el paseo, y te encuentras en una plaza a una panda jugando al minigolf urbano... surrealista.

Otra iglesia que si es gratis te permite probar la impresionante capacidad para medir la luz de la Canon.

Sigues caminando entre tiendas y rubias de 1.90 (sí, cada vez parecen más altas), y llegas a una pequeña plaza a reventar de terrazas (aquí no esperan a que sea verano para tomarse algo al sol, no como en España).

Animado por la exposición de Lieja, te lanzas a hacer fotos a los collages urbanos.

Salen muchos chulos (esto es una opinión subjetiva) y, lleno de euforia, te propones hacer una serie y acabar exponiendo (una de tantas propuestas que probablemente no lleguen a nada, pero nunca se sabe…).

Paseando entre bicis, de asomas de nuevo al Mosa, donde han construido una bonita pasarela peatonal. Llegas a la estación y comprendes que claro, en Holanda, sí se pueden subir las bicis al tren, como no podía ser de otro modo.

Cansado, vuelves hacia la estación pensando en cuanto ganaríamos si les pagáramos un viajecito por estos lares a nuestros políticos, claro, que probablemente tendríamos que pagárselo al 80 % de los españoles… una pena.

Namur

Namur es una de las ciudades de la Wallonie que, pese a estar bastante cerca de Lieja remontando la Meuse, no visité durante mi año Erasmus… tantas cosas que ver, tan poco tiempo…

Namur surge en la confluencia de un pequeño río con el Mosa, donde aparece un promontorio potente sobre el que se sitúa una ciudadela.

Como muchas de estas ciudades centroeuropeas, ha sido lugar de conflictos bélicos con frecuencia, y pertenecido a españoles, franceses, holandeses, alemanes... La subida a la ciudadela me sirvió para hacer ejercicio y para disfrutar de las vistas de la ciudad.

También desde arriba se divisaba una de las presas y el sistema de esclusas correspondiente, que hacen del Mosa una importante arteria para la navegación fluvial.

Desde la ciudadela dos amantes hacen pellas aprovechando que se quieren, no parece necesario mejor motivo. Si ya sé, igual no es así y el formato vertical de la foto chirría para verlo en un blog, pero la foto me gusta.

La ciudad tiene un centro histórico bastante bien conservado, bonito, aunque sin el esplendor de las ciudades flamencas, donde el floreciente comercio dejó un rastro de riqueza que no existe en la Wallonie.

En todo caso, la ciudad es cómoda, con un gran centro peatonal con una fuerza comercial impresionante, y espacios públicos sencillos pero de calidad.

En las librerías, y como no, en las calles, uno se encuentra las omnipresentes en Bélgica BD (Bande desinée), no en vano, es una de las mecas del comic (por aquí nació un tal Tintin).

Arriba una curiosidad, o una deformación profesional... Un edificio modificado para incorporar una altura más, y probablemente, una nueva fachada en el XIX o XX, para camuflar un origen más antiguo.

Como de costumbre, hice fotos a los collages de los carteles en las ciudades. Curiosamente, al día siguiente en Lieja, vi una exposición de fotografías con esta temática muy interesantes… Se ve que no soy muy original teniendo ideas, aunque esto de los collages urbanos es una línea a seguir. De hecho en Maastricht hice alguno, pero eso lo dejo para otro post.

P.D.: La Canon y yo nos estamos empezando a conocer... la cosa promete.

sábado, marzo 12, 2011

The King's Speech

Aprovechando la estancia en Lieja recuperé el disfrute de una de las cosas que más me gustaron en su día, el cine en V.O. en la filmoteca, que antes se llamaba Le parc y solo tenía una sala, y ahora tiene tres cines con un total de 7 salas...¡qué envidia!

Como no la vi en su momento en España, me acerqué a ver la superpremiada el discurso del Rey, en versión original y con subtítulos en francés y flamenco. Es lo que tiene este país. La verdad es que si no es por los subtítulos en flamenco no me entero de nada, je, je,je.

La película me gustó, muy correcta, muy inglesa, sin excesos, incluso cuando el rey dice tacos queda casi infantil. Interesante el contraste entre el australiano y el monarca. Me gustó bastante y está muy bien interpretada, hay que reconocer que Colin Firth lo borda con su particular tartamudeo. Es lo bueno de verla en V.O., puedes oír la interpretación del actor, o comprobar como el actor que hace de Churchill clava la particular forma de hablar del premier británico (es lo bueno de oír Iron Maiden desde la adolescencia, uno se familiariza con la voz de Churchill, ¡qué cosas más raras tiene la vida!).



El cine a reventar, la gente correcta, qué envidia (otra vez)... On ne peut pas avoir tout.

jueves, marzo 10, 2011

Viaje a Lieja (I). Unas fotos

Primer día en Lieja, solecito y buen tiempo aunque fresco, así que aproveché para pasear la ciudad buscando rincones, recuerdos y novedades. Como hacía sol, le intenté dar una oportunidad a la Cannon, aunque no anduve muy inspirado con eso de los reencuentros y los flashbacks que, en todo caso, dejo para otro post. Arriba unos ciclistas del futuro, pintando el mundo, eso sí con casco.


Lieja tiene muchos puentes sobre la Meuse, pero casi todos modernos porque en la SGM no dejaron uno en pié. Este es el puente des arches, con unas impresionantes estátuas que protejen las pilas de las colisiones (frecuentes) de las gabarras que surcan constantemente el río arriba y abajo.


Lieja es una ciudad fea y descuidada, que sin embargo está llena de joyas arquitectónicas, ya sean edifcios neoclásicos, ya sean racionalistas. Arriba un típico caso de abandono de un edificio bastante singular, oprimido por uno de los sinsentidos en forma de rascacielos que pueblan la ciudad. Al menos las palomas le sacan partido en tanto en cuanto llega un comprador...

Aquí una muestra de esa arquitectura racionlista de formas limpias, eso sí, los edificios que han limpiado, porque muchos en Lieja conservan el negro que años de quemar carbon les dejaron.


Esta curiosa iglesia es una basílica levantada en recuerdo de las víctimas de la PGM. Hace veinte años estaba cerrada, hoy sigue igual y mucho más deteriorada, aunque parece que están rehabilitándola ya que han empezado por una torre vecina.

En el mausoleo hay estatuas comemorativas. Una muy curiosa está dedicada a los soldados griegos. Es un sitio fantásmagórico del que tengo bonitos recuerdos, pero esa es otra historia...

miércoles, marzo 09, 2011

Anna Gavalda: el consuelo

Otro librito, paso a paso. Un libro interesante, por como está escrito, con estilo dinámico, a veces disperso, a veces ambiguo, pero a veces fascinante. Por la historia, que es bonita, un hombre maduro, cansado de su vida (como dirían unos rockeros de los 80, “aunque soy lo que siempre quise ser, así no lo soñé”), es de repente sacudido por una sombra del pasado, e inicia un viaje hacia adelante que, ¡oh! afortunado él, le lleva hacia un donwshifting idílico en compañía de una fascinante inglesa, rodeada de niños frikis. Viva el optimismo, quand même! ;-)

miércoles, marzo 02, 2011

Viajecillo con la Cannon

Viaje de trabajo, rápido, de ida y vuelta, visita del médico, a los viejos amigos, a los niños que crecen año a año. Y en la ruina, el debate, Aznar, ¿héroe o criminal? Me parece que la Cannon nos va a dar muchas alegrías, habrá que vigilalarla.

martes, marzo 01, 2011

1826


Mil ochocientos veintiséis amaneceres
giros uniformes, páginas del calendario
etapas intranscendentes de la vida
del mundo… sin ti

Mil ochocientos veintiséis días
y las mismas noches
acontecimientos y nada
en la tierra… sin ti.

Mil ochocientas veintiséis despertares
desde el mundo al que a veces vienes
para llegar al de todos
a la realidad… sin ti.

Me sorprende la cifra
me asusta el resultado
todo está bien y nada
en mi vida sin ti.

Mil ochocientos veintiséis son pocos
mil ochocientos veintiséis son muchos
nada importa en realidad
solo es una cifra… sin ti.

P.D.: El Capo Muñón siempre tendrá razón, no somos nadie.