Como la primavera está radiante, el sábado me fui de paseíto con la Rubia a ver cómo llevaba lo de la bici (una preciosa Specialized Hardrock negra). El campo estaba radiante, las plantas en plena primavera. Nos acercamos a ver los cardos ;-).
Por allí pasó un pato a 300 km/h, cosas del cambio climático supongo.
Y de remate, una culebra que la rubia pisó pensando que era un palo, pero resulto que no, porque salió corriendo (es un decir, obviamente), al tiempo que la ciclista gritaba (supongo que si las culebras gritaran lo haría también). ¡Cuanta naturaleza!
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