Este fin de semana ha estado bien. El sábado migas con amigos y compañeros del trabajo en el campo, siempre muy agradable en primavera. La tarde la pasamos jugando al típico juego de mesa que acaba desatando los instintos competitivos del personal. Me hice un autorretrato que os pongo para que veáis como ando.
Hoy domingo, hemos ido a la ruta de Cicloturista de Carrión, un paseillo de 46 km (más otros 20 de la ida y vuelta a Carrión, aunque alguna tramposa se ha ido en coche), que han logrado juntar a 163 locos de la MTB. Yo he seguido adaptándome a mi nueva montura, aunque es fácil, porque el salto cualitativo ha sido evidente. Como se me ha roto la cremallera del maillot, no he podido hacer fotos, pero Kla me ha pasado la encabeza el post. Llegando a Carrión porovocamos la desbandada de un rebaño de ovejas que, al galope, se dedicó a seguir a los ciclistas. El de la derecha, de rojo sobre la bici negra, soy yo.
Al final de la ruta daban regalillo (unos guantes que no estaban nada mal) hasta el número 130 y yo, como se puede observar en el dorsal, tenía el 139, mi suerte no termina de cambiar.
Por cierto, la semana que viene llega la primavera y además ha empezado el mundial de Fórmula 1. ¡No todo tenía que ser malo!
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