

Arriba una iglesia reflejada en un espejo de tráfico. Abajo, la plaza de toros, Bien de Interés Cultural recientemente restaurado y convertido en hotel y restaurante.

Arriba una iglesia reflejada en un espejo de tráfico. Abajo, la plaza de toros, Bien de Interés Cultural recientemente restaurado y convertido en hotel y restaurante.
Con compañeros de trabajo y sobre todo amigos, nos fuimos Kla y yo a visitar el parque minero de Almadén: la mina, el museo, el hospital de mineros... Almadén es un sitio interesante, lejos de todo, con pocas alternativas económicas a la mina que perecía eterna , y que ahora, cerrada, se convierte en un atractivo turístico. Con no poca inversión (mama Europa al ataque, y al rescate: fondos FEDER, fondos Miner...), se está en proceso de convertir la mina y todo lo que la rodeaba en un parque minero.
La visita a la mina es muy curiosa. Te bajan a 50 metros, y durante más de una hora recorres los túneles viendo las distintas técnicas de excavación explotación, un malacate subterráneo, la galería de forzados por la que los presos iban a trabajar a la mina, un trenecito de mina que te saca de las entrañas de la tierra, etc...
Después vimos los restos de la cárcel en la Escuela de Minas y su museo, que tiene una buena colección de fósiles y minerales. La visita demuestra que el patrimonio minero puede ser una alternativa en Almadén, aunque necesitan territorializar el patrimonio: incluir otros atractivos en la comarca (Almadenejos, Chillón, el medio natural, etc...), completarlo con actividades, senderismo, bici, etc... a ser posible utilizando el patrimonio: puentes del camino del Azogue, el puente de hierro, ermitas, etc... y el medio natural, valioso sin duda. La clave es conseguir que haya suficientes cosas para ver como para justificar un viaje de fin de semana, puente o Semana Santa, en lugar de ir en el día. De esa manera el turismo empezará a dejar riqueza, la misma que salía de la mina y partía camino al mundo dejando muy poco en Almadén.
¿Que pasa cuando juntas a Pete Trevawas, bajista de Marillion, con Mike Portnoy, batería de Dream Theater, con Neal Morse, cantante de de Spock's Beard y a Ronnie Stolz, guitarrista de Flower Kings? Pues que sale una bomba del rock progresivo, Transatlantic, que se marcaron dos discos alucinantes, y un par de directos no menos impresionantes. De uno de ellos una canción especial, We all need some light, muy propicia ahora que se acortan los días, que la luz nos huye, que parece que todo se hace un poco más cuesta arriba. Una de esas canciones que sabes la primera vez que las oyes que te van a acompañar durante muchos años. Así sea, turn on the lights and wash the darkness away.
P.D.: Daos una vuelta por el blog de marino amigo, tiene cosas muy interesantes. Todo un artista, añado. Por si eres vag@, haz click aquí.