miércoles, agosto 23, 2006

La Consejería de Bienestar Social demolerá el antiguo hospital psiquiátrico de "La Atalaya"

El otro día me desayuné una noticia que no por esperada no deja de ser triste. El antiguo hospital para tuberculosos de la Atalaya va a ser demolido. Se trata de un edificio impresionante, quizás el más grande de la ciudad a excepción del flamante Hospital General, que parece que molesta.

Si somos bien pensados nos quedamos contentos con la explicación de evitar accidentes, su “okupación”, o su uso por programas de parapsicología barata... Pero lo cierto es que durante años se ha pretendido encontrar un uso para el mismo (residencia de ancianos, hotel para EL REINO...), con poco ahínco me temo, y claro, no ha sido posible, nadie se quería hacer cargo de semejante mole.

Quizás en otras tierras más conscientes de la importancia del patrimonio, se hubiera peleado por el edificio. Se hubieran recorrido ministerios y consejerías para buscarle un uso reivindicando sus valores:

- paisajístico, al menos el que suscribe no concibe la Atalaya sin el Sanatorio.
- histórico, no sabemos cuantos hospitales para tuberculosos se hicieron en España (me suena uno similar en Cantabria?), si este es singular o no (nadie se ha preocupado de informase).
- cultural, igual que los castillos ayudan a entender el papel de los lugares en la Edad Media, este edificio puede ayudan a entender de tuberculosis y el papel de la Ciudad el la posguerra.
- arquitectónico, no solo por tamaño, sino por la composición de sus volúmenes y su situación a media ladera en el cerro. Se trata además de un edificio muy singular de una época de escasa actividad constructiva y de la que se conservan pocos edificios (en Ciudad Real se conserva poco anterior a 1960, parece una ciudad nueva).


Se podría convocar concurso de ideas para estudiantes de arquitectura, buscado su reutilización multifuncional (un poco de residencia de ancianos, un poco de albergue, un poco de vivienda, alguna oficina pública, alguna privada, salas para la juventud. De hecho es su gran tamaño lo que hace difícil su reutilización, sobre todo si se pretende ubicar en él un único uso. En el fondo se da una aire a la Unité d’habitation de Le Corbusier.

Si esta generación no tiene ideas ¿por qué no conservarlo por si en el futuro alguien las tiene, o se disponen de más medios? Molesta, igual que molestaron las murallas de Ciudad Real, y tantos y tantos edificios antiguos o no (garaje Ford, Cine Proyecciones, etc.). Siguiendo la misma regla de tres, propongo destruir los castillos, sobre todo los ruinosos como Salvatierra, El Milagro, Torre de Abraham, Alhambra, Rochafrida, Calatrava la Vieja, Guadalerzas y tantos otros, no se vayan a subirlos niños y tengan un accidente.
Dejemos en paz al Sanatorio de la Atalaya, dejémosle morir tranquilo, convertirse en una hermosa ruina si acaso, y dejemos a las generaciones futuras la oportunidad de recuperarlo, o al menos conocerlo. ¿Qué necesidad tenemos de eliminarlo sin más? ¿Estamos del todo seguros de no equivocarnos? El que lo tenga claro que tire la primera piedra.