La Grisley fue adquirida gracias a la sponsorización fiel de mi padre, siempre presto a ayudar en tan nobles causas. Eran los tiempos de la vuelta a casa tras el periplo universitario internacional. Mi anterior bici, una de marca ACME traída de sepa Dios dónde por un colega de un colega que se iba a enrollar y tal y tal acabó en el desguace tras cambiarle los platos, el cambio trasero, cubiertas, y tener la horquilla amenazando colapso (al final parecía una choper de lo tumbada que iba, lástima no conservar una foto). Entre que la bici era mala y yo, que no me corto, pues eso.
La Grisley era un maquinón, bien es cierto que no nos dio el presupuesto para meternos ya en una bici con suspensión delantera (la Mega 20 o la 30). Aún así recuerdo que costó 84.000 pelas de la época, nada más y nada menos. Cuadro de aluminio irrompible, de tubos gordos como se llevaba entonces, y equipada en Shimano Alivio, según los puristas nada del otro mundo, pero a mí no me ha dado ningún problema en todo este tiempo (13 años) y, calculo que alrededor de 7000 kms de piedras con un mastuerzo como yo encima.
Con la Grisley me recorrí todos los caminos que rodean Ciudad Real, sobre todo la Atalaya haciendo Off Road con antiguos compañeros, en los veranos exploré el territorio con con mis primos, hice alguna ruta alucinante en Arroba de los Montes, quemé los días de aburrimiento durante el servicio militar (la puta mili, vamos), salí con los amigos en plan tanqui al Vicario, me fui con mi chica a ver las cigüeñas de Sancho Rey... Incluso me la llevé a Madrid donde ambos sufrimos en un ambiente hostil, la dejé casi abandonada unos años, y la recuperé en una época difícil cuando, con un buen amigo (JRL) y una buena amiga (Kla), retomé ese gusanillo bicicletero que siempre he tenido, desde los tiempos de las BH de paseo plegables para poderlas llevar en el coche (la mía roja, la de mi hermana azul), o de la primera bici, una Torrot pequeña, blanca, que compartí con mi hermana y en la que aprendí a montar, con mi padre sujetándonos del transportín, en un descampado detrás del Jani en Miguelturra (hoy urbanizado) o en la verEda detrás del restaurante el Charco (hoy también en proceso de urbanización). Es curioso, no recuerdo montar en bici con ruedas pequeñas, creo que prácticamente pasé del triciclo (que debí soltar bien talludito) a la bici directamente. Bueno, me estoy yendo, otro día abro el apartado BH.
Como decía, casi la abandoné y la recuperé con un par de amigos haciendo rutillas de 30 km alrededor de Ciudad Real, e incluso, en plan aventura, yendo a Almagro en tren y volviendo a Ciudad Real por Granátula intentando seguir la Ruta del Don Quijote que, en ese tramo, es una castaña.
En todos estos años, ninguna avería destacable: una llanta bollada por un pinchazo en bajada vertiginosa que casi me cuesta un porrazo, y el eje delantero algo doblado, y poco más, pinchazos, cubierta trasera, y poco más... Y la verdad es que con el mantenimiento justo tirando a poco. Y alguna caída, ninguna muy grave, erosiones y poco más.
Y finalmente fue con ella, con quien me uní a la gente del séptimo piñón que me han abducido para acabar comprando bici nueva, y con quienes disfruto todos los domingos de la bici como un loco con rutas de 50 kms para arriba que, todavía no me explico como, aguanto como un torero. A la Grisley creo que voy a transformarla en una bici urbana, a domesticarla algo, y usarla para el cicloturismo y como bici urbana... Se ha ganado una jubilación así...
La nueva es como esta, ya iré subiendo fotos... y ya os contaré su historia, que también al tiene.
8 comentarios:
Realmente bonito aparato!*, bueno y la bici también es bonita...;-)
*obviamente me refería a la admiradora canadiense... je,je.
A ver si te vemos por Galicia con ella! (ahora me refiero a la bici), (bueno, y con la canadiense tampoco importaría ;-)
Good job
muchas chicas nuevas en la oficina, mucho mejor que las de cabañas aunque estoy en el encargo!!!!
Me parece que la admiradora canadiense está ahí pir haber puesto la palabra "chica" en el texto. ¡lástima! Pero bueno, algo es algo, porque la de la quinta del 23 me quedan un poco mayores.
Pues eso no es nada..Yo tengo una Mega 40 comprada en el 98. Venia con suspension Marzochi grupo completo STX de la época. Todavía la tengo, y lleva recorridos a fecha de hoy 90214 kilómetros perfectamente contados desde el primer dia. Hoy sin ir mas lejos la he metido 70km de ruta por el campo. Eso si, ahora lleva un grupo completo XT, una Rock Shot Reba, llantas Mavic Crossride, tija telescópica y frenos de disco Formula RX (llevé el cuadro a un especialista para que me soldara un soporte de frenos de disco al cuadro). Y ahí esta...aguantando todo. La semana que viene me entregan una Orbea Oiz Carbon, pero esta se quedará como segunda bici por todo el valor sentimental que tiene.
Espero que además le hayas cambiado la cadena con 80214 km ;-) Guarda la Grisley, dentro de unos años, montamos una cicloturista/concentración de amigos de Grisley, y la armamos... Ya no se hacen bicis como las de antes... afortunadamente ;-), pero el valor sentimental vale más, sobre todo en tu caso, habiéndola tenido tanto tiempo entre las piernas...
Vendo Grisley Mega 10 roja, en perfecto estado angelsol25@hotmail.com
Suerte con la venta, pero o la vendes casi regalada, o a un coleccionista... por desgracia, por lo que te podrían dar, hoy hay bicis mucho mejores neuvas. El teimpo no pasa en valde...
me parece una buena historia tengo una bicicleta aun mas antigua de la mar grisley pero de hierro y la verdad es que va de cine me gustaria saber mas de esta marca y conocer su historia si la sabes un saludo
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