Como el año pasado, cuando estuvimos en la Sierra de Cuenca, un buen grupo del Séptimo nos fuimos a montar en bici por la comarca de la Vera. Nos alojamos en una casa rural grande cerca de Jaraiz de la Vera, con un montón de cuartos de baño, apañada, pero con alguna cutrería. En todo caso, para un grupo grande como el nuestro, un sitio ideal.
En los cuatro días nos hemos pegado un jartón de bici, unos 150 km en total, con mucha cuesta por medio. En las rutas pasamos por varias gargantas de la zona, con sus pozas para bañarse y los puentes del camino de Carlos V que recorrimos en un buen tramo, y eso que el empedrado que le han puesto (dudo que sea el original, aunque es posible), si bien era bueno para circular en carretas con ruedas de más de un metro de diámetro, para las bicis de montaña, se convierte en una tortura.
Para orientarnos el 1/25.000 del IGN capturado del Sigpac, y un cutre portaplanos que me agencié con una funda de A4 amarrada al manillar con un par de abrazaderas. Simple pero eficaz.
Paisajes alucinantes, con unos robledales espectaculares, sobre todo un día que subimos, subimos subimos... allí arriba, solo, un segundo de paz y una foto.
Recorrimos pueblos como Jaraiz, Cuacos de Yuste, Garganta la Olla, Aldeanueva de la Vera, Jarandilla, donde está el Parador de Turismo en un bonito castillo. En estos pueblos la tradición es putear a toros y vaquillas hasta la extenuación, España profunda... cada cual con su tema. En todo caso, los pueblos son bonitos, merece la pena la visita.
Cerca de Cuacos está el monasterio de Yuste, que no visitamos pues el día que íbamos a hacerlo era lunes y estaba cerrado. A poco metros, hay un curioso cementerio alemán en el que descansa poco más de 100 soldados alemanes fallecido en España en la primera y, sobre todo, segunda guerra mundial. Eran marineros de submarinos, pilotos, etc. que murieron en España o acabaron en hospitales españoles. Estaban repartido por todo el país, ya hace unos 25 años una fundación alemana los agrupó a todos en este lugar. En Bélgica pude visitar
uno de soldados americanos cerca de Lieja que tenía más de 5000 tumbas, una experiencia espeluznante, que sirve para que no se nos olvide lo que hay detrás de las guerras.
Una de las cosas que más me llamó la atención es el esfuerzo de dinamización turística realizado en la zona. Además de la recuperación del camino de Carlos V, existen multitud de caminos de pequeño y gran recorrido señalizados, paneles informativos, áreas de baño, etc., así como gran cantidad de casas rurales. No sé si el tursimo rural y de aventura será una alternativa a los cultivos de tabaco, pero desde luego no está de más.
Un bonito viaje, unas rutas preciosas, mucha bici y buena convivencia. Después de cuatro días, a la playa con Kla y las amigas, a Conil, pero eso, en otro post.
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