Este martes en la filmoteca no pasó nada raro (lo cual ya es raro) y pudimos ver (doblada eso sí) la película Buda explotó por vergüenza, obra de una mujer iraní de 19 años Hana Makhmalbaf, que fue premiada en el festival de San Sebastian, esa ciudad maravillosa que convive con la tiranía de los fanáticos como sucede a los Afganos protagonistas del film.
La película está rodada casi desde el suelo, desde la altura de los niños protagonistas de la película, cuya historia es una metáfora de un mundo en el que todos se organizan para evitar que una niña logre ir al colegio, o sea, de que através de la cultura y el conocimiento las gentes salgan de la estupidez, del miedo, de la pobreza (no solo material).
Un lujillo de esos que a veces nos trae la filmoteca cuando todo sale bien. Que siga.
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