El lunes tocaba‘Bienvenue chez les ch´tis’ (‘Bienvenidos al norte’), de Dany Boom: Aunque ya la había visto en versión doblada me apetecía verla en francés (también había visto un trozo por la tele en Francia, pero eso es otra historia). La peli es una historia amable y optimista sobre los prejuicios, sobre la gente sana que se dedica a ayudar a los demás, y sobre como muchas veces mentimos a los que queremos para hacerles felices. Y además te ríes, algo siempre de agradecer.
El martes, turno para un cine un poco más complejo, ‘L’age des ténèbres’ (‘La edad de la ignorancia’), del canadiense Denys Arcand. Una película deprimente que nos plantea un futuro (muy presente) deshumanizado, en el que un hombre gris, alegra su triste existencia compartiendo su tiempo con cuatro mujeres imaginarias, que le dan lo que las reales no hacen. Una especie de American Beauty pasada de vueltas, donde destaca la interpretación del protagonista y, poco más...
Miércoles, ‘La graine et lemulet’ (‘Cuscús’), de Abdellatif Kechiche (ganadora de el César a la Mejor Película en la XXXIII edición de los Premios del Cine Francés, te cagas). Es la historia de una pobre familia de inmigrantes de segunda generación que entran en conflicto con la sociedad francesa. Rodada en plan dogma, con miles de minutos y planos innecesarios, a eso del minuto 50 me salí. Si hubiera estado solo habría aguantado, pero la alternativa de una cañita era más tentadora... Casi nunca me salgo de un peli, pero esta me aburrió (tampoco andaba yo muy animado para aguantar más dramas).
Jueves, ‘Je crois que je l’aime’ (‘Creo que lo amo’), de Pierre Jolivet. Comedia romántica agradable de ver, no muy trascendente, pero para qué más. Muy bien los dos actores protagonistas, aunque puestos a elegir, me quedo con Sandrine...
Viernes, ‘Entre les murs’ (‘La clase’), de Laurent Cantet, ganadora de La Palma de Oro en el Festival de Cannes 2008. Película ambientada entre los muros de un aula de un instituto de secundaria de la periferia de París, muestra bastante bien la lucha de un profesor por hacer que sus desmotivados y desubicados alumnos aprendan algo, y los problemas que éstos tienen para entender el mundo que les rodea. Ta’ bien, aunque no sé si para darle palmas de oro.
En conclusión, un lujo escuchar el cine en francés aunque la edición de este año no me moló mucho.
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