Una de las consecuencias de ser un vagabundo urbano como yo, es la proliferación en mis "rollos de película" (virtuales) de fotos urbanas. Y en ese deambular, en esos paseos, aparecen frecuentemente a mi paso gran cantidad de graffitis interesantes. Graffitis de esos que aportan ideas interesantes, que muestran el trabajo de artistas anónimos o no tan anónimos, que dejan su huella efímera en nuestras ciudades.
En Zaragoza encontré una enorme graffiti que cubría un edificio completo, lleno de sugerentes imágenes cuyo significado no logré descifrar: pero qué más da.
Poco más adelante otro ejemplo de cómo mejorar el entorno integrando una figura con una gama cromática similar a la de la pared en la que se inserta. ¿Qué más quisieran ésos inútiles incultos que no hacen sino ensuciar las ciudades con sus firmas conseguir efectos como estos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario