Chorradas desde el tren (I)

A trescientos la vida sigue igual, nada cambia. Podría parecer que la velocidad nos hace mejores, más modernos, quizás desde afuera… Debe ser por eso del sistema de referencia y la teoría de la relatividad de Einstein. Desde afuera pareceremos distintos, desde dentro somos los mismos. Me veo desde dentro, me ven desde afuera. Por eso no vemos lo mismo, aunque miremos las mismas cosas. Desde afuera, desde dentro, sin pasión, con esfuerzo, con más información de la necesaria, con menos de la deseada. No me ves, no me veo, pero estoy aquí, escribiendo chorradas porque, en el fondo tengo algo que decir, no sé a quien, no sé para qué. ¿Para que escribo esto? Para que el tren llegue antes a Barcelona, para recordar lo que tengo, para que un día, en unos años, lo relea y recuerde este momento, con el portátil, los Bon Jovi en los cascos: This is the last night you have to be alone (estos tíos llevan 20 años con la misma canción, las mismas letras… pero cada vez les salen mejor). Y yo llevo 20 años oyendo los mismos lugares comunes y encontrando mi historia en las suyas cuando mi vida jamás tuvo que ver nada con las de ellos. No intentes encontrar el sentido a este texto, pero no deja de ser increíble que Barcelona esté más lejos cuanto más me acerco. Paradojas de la relatividad.