Como comentaba, el concierto de Marillion de la semana pasada en Madrid fue en un hotel singular, el auditorium de Madrid, a las afueras, en la N-II (A-2 por obra y "gracia" de Álvarez Cascos).
Gigantesco, monstruoso, junto al aeropuerto y muy poco accesible (solo en coche y buses). ¿Qué tipo de urbanismo tenemos cuando permitimos un lugar de 900 habitaciones y con capacidad para congresos de más de 2500 personas inaccesible al transporte público de alta capacidad? Pues eso, Madrid, sostenibilidad para todos...
La cosa ya es grave, pero lo verdaderamente estrambótico es la decoración. Lujo caro-garrulo, muestra de estos años que hemos pasado en este país, donde parece que tirar el dinero daba igual. La arquitectura correcta, moderna, se entremezcla con una extraña colección de antigüedades barrocas que no pegan ni con cola.
La mezcla de mármoles, con aceros inoxidables se culmina con una extraña escultura de un cadillac explotante (debe ser un homenaje al automóvil, único modo de acceso a tan paradójico lugar), como si le hubieran pegado con el Photoshop 3D a uno de verdad: bueno el arte es así, libre...
Y de remate, una hermosa lámpara gigantesca de cristalitos que debe ser un flipe limpiar, de nuevo opulencia cutre, de nuevo país de nuevos ricos sin mucho gusto. ¡VIVA EL ECLECTICISMO MADRILEÑO! (por desgracia la foto no transmite el tamaño del artefacto).
P.D.: A H, cantante de Marillion, no le pasó desapercibido: What kind of fucking place is this? preguntó... Si aguantas, tras la presentación, Out of this world, aunque el audio es malo.
P.D.2: Hay gente que le gusta el sitio, para gustos los colores...
P.D.3: Tiene que ser un flipe venir a hacer turismo a Madrid y acabar perdido en un hotel como ese...
P.D.4: Dicen que hay una mujer de limpieza que vive de okupa y no son capaces de encontrarla...
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