Existe un lugar donde los caminos siempre están abiertos para aquellos que quieren seguir cañadas o disfrutar del campo. Existe un lugar donde los amigos comparten charlas, risas, comidas y paseos. Existe un lugar donde el sol se pone de un modo especial como se puede ver arriba. Es otro lugar fantástico que solo unos pocos (que no tan pocos) privilegiados pueden disfrutar. Es la finca de Pato (perdón pero en este blog no existen los nombres propios), quien me envía la foto de abajo (que creo recordar cuanto se tomó, pero no estoy seguro) para recordarnos que ellos que tienen caminos no los cierran sino que nos los abren. Ahí está este lugar fantástico donde hemos vivido (y más que vendrán) momentos fantásticos.
Desde este minúsculo punto en el espacio de Internet quiero homenajear a este gran hombre y amigo e intentar aportarle energías en estos cruciales momentos que tanto las necesita. A por ellos, que son pocos y cobardes (aunque algunos tengan cuernos) :-), y cada vez te queda menos...
1 comentario:
Bonitas las fotos de SB, del tipo "juro que nunca más volveré a pasar hambre..."
Animo también al Pato Bolo, que la experiencia es un grado ;-)
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