domingo, agosto 19, 2007

Queensrÿche en Madrid

En los años de la carrera, incluido el año en Bélgica, había dos discos que escuchaba sin parar: Operation Mindcrime (1988) y Empire (1990), ambos de Queensrÿche, un grupo que empezó pareciéndose a Iron Maiden en los duelos guitarreros, pero que pronto logró un estilo propio y novedoso, sobre todo a partir del álbum Rage for Order (1986).


Con Empire lograron un número uno mundial con un bonito tema, Silent Lucidity, una balada pero con un guiaterreo espectacular. Si quieres ver el vídeo, haz click abajo.

Tras tocar techo con Empire un par de discos buenos (Promised Land, 1994 y Hear in the new frontier, 1997) pero poco más y la partida de Chris DeGarmo, uno de los guitarristas más elegantes del heavy. Una lástima, a partir de ahí un cierto deambular, un disco raro (Q2K, 1999)... hasta que vuelve DeGarmo y aparece Tribe (2003), de nuevo un trabajo interesante, aunque, como a la gran mayoría de las bandas heavy de los ochenta - noventas, les sigue costando encontrar su sitio. De nuevo DeGarmo se va, y sacan Operation Mindcrime II (2006), segunda parte del primero, un imprescindible dentro de los discos conceptuales. El caso es que después de tanto ir y venir, por fin se plantan en Madrid, todos los miembros originales menos DeGarmo, a repasar su alucinante discografía (casi 25 años ya).


Fui al concierto con mi primo el Capitán. Allí había bastantes jevis, de hecho del orden de 2000, más de los que se esperaban (ver al final). Tras los teloneros, a los que apenas escuchamos ni prestamos atención, empezó el concierto que se podría dividir en dos partes: una primera con temas del último disco y de los primeros, sobre todo del Rage for Order, y una segunda más intensa con canciones más conocidas de los dos discos a los que me refería al principio. Sin ser exhaustivo, sonaron The Lady wore Black, I am american, Speak, Take hold on the flame, Revolution Calling, The needle lies (impresionante), Eyes of the stranger (los pelos como escarpias), Silent Lucidity, Jet City Woman (¡que recuerdos!), Another Rainy Night, Walk in the Shadows (más recuerdos), Empire, Bridge, Right Side of Mind, etc...

En resumen, un par de horas de heavy del bueno, del de toda la vida, si es que la música de Queensrÿche se puede clasificar así, algo que dudo. Scott Rockenfield el batería es un espectáculo por sí solo, y el resto sigue en plena forma, incluido el cantante Geoff Tate. El sustituto de DeGarmo bien, pero... Lo peor la acústica de la Riviera, manifiestamente mejorable, pero poco importó cuando la música se te mete por dentro, aunque era difícil entender al cantante.

Al final le pedí a uno de los montadores la hoja con los horarios por lo que pudimos descubrir que esperaban 1500 espectadores, y que el domingo salía para Frankfurt a las 9:30, pero que se tenían que pegar un madrugón para pillar el avión.


Después de cenar por el centro y tomar unas cañitas, por la plaza de la Cebada nos fuimos a dormir, no sin antes hacerle una foto al viaducto de la calle Bailén. Al día siguiente, nos volvimos al Rastro a cañear con los amigos de mi primo. Me pillé un 2cv, pero eso es otra historia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena crónica, coincide con la de un compañero del trabajo que también estuvo. Vuelven en octubre o así, habrá que intentar verles... ¿Cuándo vuelves a Madrid?

Un abrazo

JF

caius dijo...

Ya lo he visto, pero otra vez a la Riviera. Si fuera en otro sitio, pero la verdad es que el sonido era mejorable. Pero vienen Dream Theater, Tesla y Y&T, yo cero que a alguno me animo, te aviso si eso. Según ande de líos.. haré por escucharte ;-)