jueves, enero 10, 2008

Ruta alternativa, paisajes alternativos


Como llovía los pocos valientes que nos juntamos nos dimos un paseíto llaneando cincuenta y pico kilómetros, por los alrededores lejanos de la ciudad. Un poco de barro que no viene mal para mejorar la técnica de conducción. Cerca de Pozuelo esta cruz, recuerdo de un Dios que nos abandonó.


Sorprendente el cambio en el paisaje que los cultivos de vid sobre espalderas han introducido en nuestro campo. La foto muestra un mar de cables o alambres que apenas dejan ver el suelo. No es ni mejor ni peor, es un nuevo paisaje, en el que Sancho y Quijote, Quijote y Sancho, podrían cabalgar camuflando su locura.

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