Desde que hace ya más de diez años fuera a ver ¿Hola estás sola? en los Alphaville y de aperitivo nos pasaran El Secleto de la Trompeta, primer corto de Fesser, he de reconocer que tengo cierta debilidad por sus trabajos. Debo ser medio lelo, pero me sigo escojonando con el Milagro de P. Tinto, y la primera de Mortadelo y Filemón sin ser tan buena, es divertida.
Había oído que en Camino Fesser se ponía serio. Había oído que la peli tenía algo que ver con el Opus, había oído que se rodó en el hospital del Carmen, una vez que éste estuviera cerrado por el traslado al nuevo Hospital General, había oído que era una historia triste, había oído que iba de una niña del Opus que moría de cáncer (también llamado "una larga enfermedad")... Con esos antecedentes, y dadas mis circunstancias, había que estar torero para ver la peli, pero mi curiosidad y afición por Fesser me hizo ponerme la armadura de hombre de piedra y plantarme en el cine. Y mereció la pena.
Camino (el libro guía de San Josemaría) es la historia de una niña que así se llama y siente ese cosquilleo que todos hemos sentido en la "pre-adolecescencia" cuando, de repente, descubrimos que nos gusta otr@ niñ@. La peli retrata de una manera bastante aséptica el mundo del Opus, esos que quieren servir a Dios por encima de sí mismos, de los demás, de la familia... (como resulte que Dios no existe, menudo chasco), y son enrolados en ese viaje autodestructivo cuando no son más que pobres niños (muchos de ellos listos, tímidos, retraídos que encuentran afecto y comprensión y, lo que es más importante, una razón (con mayúsculas) de vivir, un objetivo (no puede haber otro más grande que servir a Dios). Hasta aquí, no hay problema: el único pero estaría en los daños colaterales: la familia, los amigos, los novios, la risa, la creatividad, la independencia, los libros prohibidos, las pelis prohibidas (seguro que esta está entre ellas), la libertad (que según parece Dios nos da, para quitárnosla, paradójico cuanto menos), la vida, esa vida simple que algunos nos empeñamos en vivir... y como digo, menudo chasco como Él no exista (o al menos no sea tan talibán).
La peli es una broma sobre la inocencia, sobre la vida, sobre la muerte... siempre alegre (la muerte), de lo poco que hacemos natural que hacemos (nacer y morir, y si tomas All - Bran quizás cagar, pero aquí tengo mis dudas... dudas siempre dudas, qué suerte). La protagonista se come la pantalla, todo un descubrimiento... esperemos que siga adelante.
El ver las salas de espera del Carmen, las habitaciones de Alarcos, las mesas, el oxígeno, las camas, las bandejas, los armarios... me ha permitido mantener claro que solo era una peli... que está bonita. Como en todas, cosas discutibles, licencias igual innecesarias, hermosas músicas, algún fallo como carteles de autopistas que entonces se llamaban de otra manera... detalles sin importancia.
Conclusión: plas, plas, plas, si vas a verla, llévate la armadura o el paquete de kleenex.
P.D. Un vínculo del ABC en el título por si quieres una crítica de verdad... no esto.
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