Sede del último British Open (ver vínculo en el título), Carnoustie es un impresionante campo de links junto a la costa. Normalmente azotado por violentos vientos que hacen el juego casi imposible, pero a nosotros nos hizo sol (de hecho en cuatro días en Escocia, no nos mojamos más allá de alguna gota perdida).
Los campos de links se caracterizan porque las calles, en vez de ser horizontales, están formadas por pequeñas dunas, lo que hace que el comportamiento de la bola sea un tanto irregular. El juego bonito, un tanto presionados por un grupete de jubilados que jugaban más deprisa que nosotros, pero claro, nosotros nos estábamos jugando "la Copa Garris".
Comida en la casa club, rodeados de las fotos de los grandes del golf, viaje a Edimburgo, de nuevo a un hotel Apex, en pleno centro (Grassmarket). Noche de pintas y cachondeo, sin apenas salir de allí.
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