El domigo pasado me subí una vez más a pasearme a Collserola. No sé si por el cambio climático, o porque el clima aquí es más suave, pero unos almendros en flor me sorprendieron con ese prematuro anuncio de la primavera. A ver si no se equivocan. Pongo la foto de la Grisley antes de su cura de rejuvenecimiento.
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