sábado, febrero 16, 2008

Sant Miquel de Fai

7:10 de la mañana. Suena el despertador y dices: ¿Qué hago yo despertándome a estas horas un sábado?. Pues nada, ir de ruta en bici que me habían invitado. El plan: ruta desde La Garriga a Sant Miquel del Fai. La ruta, según el compañero que se encarga del GPS en Barcelona era: "la ruta tiene 42 Km. (senderos, pistas y trialeras) y un desnivel acumulado de 1150 aprox". Y va y me pasa este plano, lleno de curvas de nivel por todos los lados. ¿Cómo no ir?


Tras unos 30 km en coche hemos llegado a la Garriga. De salida una larga subida para pasar de 200 metros del pueblo a los más de 800 de Puiggraciós, masía y Torre del telégrafo óptico, perfectamente conservada, no como el de Cañada al que subimos con los compañeros del séptimo piñón.
Después de la subida vino lo mejor. Tras el paso por una impresionante pista a media ladera...

... hemos bajado por un sendero por lo alto del desfiladero (he puesto unas flechas rojas para que identifiquéis a los compañeros en la foto) que nos ha llevado hasta el monasterio de San Miquel de Fai, curioso monasterio con cascada incluida, desgraciadamente seca en estos momentos de pertinaz sequía.

En el monasterio intento fallido de avituallar agua, lo que nos ha obligado a subir un puerto bonito pero que ha endurecido todavía más la ruta, hasta un restaurante para comprar agua, porque éstos se han quedado secos.

Desde allí a subir otra vez, primero por un puerto, después una subida dura. Allí ha venido el problema del día, una pérdida de un tornillo en uno de los basculantes de una de las bicis de doble suspensión nos ha tenido bastante tiempo parados. Tras reparaciones de emergencia que han demostrado la pericia mecánica de esta gente, hemos emprendido de nuevo camino, cruzándonos con abundantes cazadores que con sus orejudos sabuesos estaban cazando jabalíes.

Al final la ruta una bajada por trialeras y pistas superrápidas con arena en las que había que tener cierta precaución, porque con las fatigas vienen las caídas. Algunos badenes nos han llevado a despegar en varias ocasiones las ruedas del suelo.

Conclusión, la ruta ha sido espectacular, larga y algo durilla por las paradas, pero he disfrutado como un enano. Indescriptible.

No hay comentarios: