Después de dar cuenta de conciertos como los de Cracker, Fito y los Fitipaldis, Marillion, Scorpions, Queensrÿche, Steve Hogarth, The Commitments, Great White, Joe Satriani, Asia, Bon Jovi, Queensryche otra vez, y Ratt tocaba, por fin, ver a ESPORTÓN.
Ayer viernes fue un día extraño, de esos en los que todo parece sorprenderte. Había quedado para tomar unas cañas, cuando me llamó el amigo Worla porque celebraban el cumple de su mujer, allí me llamó mi primo, el arquitecto, el hermano del vocalista de Esportón, que se iban a acercar a Poblete a verlos, y como las dos veces anteriores por unas cosas y otras no pude, pues allí nos fuimos, después de cenar con los amigos (que se tenían que ir a cuidar de las generaciones futuras).
En Poblete tocaban Los Porretas, no había mucha gente, pero tampoco poca. Adornados con sus inexcusables mallas de leopardo, Esportón empezó un concierto de versiones que es a lo que se dedican. Temas de Sobredosis, Leño, Extremoduro, Barricada... canciones que yo escuchaba hace ya muchos años, y muchas prácticamente no había vuelto a escuchar desde entonces, cuando eran una novedad. Bien versioneadas, bien tocadas, pese a ciertos desajustes en la mesa, la guitarra de la derecha no se oyó apenas medio concierto, y los coros parecido. Mi primo da espectáculo, que es lo que tiene que hacer. El resto, bien, sobre todo uno de los guitarras que toca bastante, bastante, sin desmerecer a los demás, bien sustentados por la base rítmica.
Pasamos un buen rato, la gente se divirtió, sobre todo los que estaban encima del escenario. De eso se trata, supongo. A los Porretas ni nos quedamos, allí estábamos para otra cosa. Y así terminó este extraño día, donde los recuerdos se mezclaron con el presente...
P.D.: Como todo sucedió desprisa, no llevaba la cámara, así que las fotos, del móvil... la próxima vez será.
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